jueves, 4 de junio de 2015

Artículo Final: Actualizado con la bibliografía

ARTÍCULO FINAL


Al principio de este semestre, al ver que nos "tocaba" literatura infantil, sinceramente no sabía muy bien qué esperarme de esta asignatura y tenía cierta curiosidad.  Mi primer pensamiento superficial, fue que sin duda iría de libros enfocados a la educación infantil y que quizás nos habrían enseñado los criterios para elegir "buenos" libros para luego leerlos o, en el caso de cuentos, contarlos en clase. Pero, ahora me doy cuenta de que mi idea inicial y mis expectativas sobre los contenidos y las prácticas propuestas por la asignatura de Literatura infantil, ha sido ampliamente superada por la cantidad de conocimientos y competencias que he adquirido.

Como premisa tengo que decir que, al no ser todavía maestra, no estoy dando clase a niños de educación infantil, por lo que mi elección de libros infantiles está restringida a la búsqueda de libros que resulten atractivos e interesantes para mi hija que está en 2º de educación infantil, tiene casi 5 años y ya cuenta con una discreta biblioteca. Desde que mi hija nació siempre le he cantado mucho, contado historias, enseñado imágenes de libros, dejado que tocara los libros y que se familiarizara con ellos, observando cómo su atención se paraba en un particular, un color, una textura para luego empezar a leerle libritos de todo tipo y cuentos, cuya longitud iba expandiéndose viendo cómo también su concentración iba creciendo, y ya hablaba, hacía preguntas, etc.

¿Cómo escogía estos libros? Pues, me dejaba guiar un poco por mi instinto, por lo que me parecía que le podría llamar más la atención, como las imágenes, pero desde luego no los elegía con unos criterios bien definidos. Así que en la biblioteca infantil de mi casa tenemos de todo: aparte de libros en tres idiomas (castellano, italiano, inglés), los contenidos van desde lo más comercial (tenemos a Peppa Pig, a Dora la Exploradora), a libros didácticos, musicales, cuentos clásicos y clásicos de Disney, vamos los de las películas, libros con moralejas más que explícitas, historias que me parecían bonitas, etc.

Así que los contenidos de esta asignatura me han enseñado muchísimo, como madre amante de la lectura que quiere transmitir lo mismo a sus hijos y, sobre todo, como futura profesional de la educación. A continuación resumiré lo que me ha parecido más destacable de cada actividad realizada y lo que más me ha aportado.


REFLEXIÓN SOBRE EL TEMA 1: LIBROS INFANTILES DE AUTOR, ANÁLISIS Y SELECCIÓN


En este bloque de contenidos, hemos aprendido que, para hablar de literatura, primero hay que tener claro y saber distinguir lo que es literatura de lo que no lo es.

La literatura es un arte que se crea con palabras y un texto literario, para ser considerado como tal, tiene que cumplir estas características:

  •   Su objetivo es la creación de un objeto artístico, que puede ser un libro, un texto, una obra, etc.
  • Su función es poética y se manifiesta con un lenguaje simbólico, con un uso especial de las estructuras lingüísticas, y se centra en lo que sentimos, en como lo interpretamos.
  •  Debe pertenecer a estos géneros literarios: narrativa, poesía, texto teatral.
  • Tiene que ser un texto de ficción, aunque pueda inspirarse en hechos reales.
Entonces todos los demás textos como pueden ser las novelas, los comics, las biografías, las historias con contenidos moralizantes o didácticos, etc. ¿Qué son? Todos estos textos se engloban en la paraliteratura, y no significa que sean textos menos "buenos" o inferiores a los literarios, sino que se trata de un conjunto heterogéneo de géneros que no cumplen las cuatro características mencionadas para ser definidos como literatura: pueden cumplir uno o dos parámetros, pero nunca los cuatro.

La literatura infantil es literatura y debe tener las mismas características enunciadas, la misma calidad de la literatura dirigida a adultos, lo único que cambia es la edad del receptor que se ha fijado hasta los 12 años, ya que está claro que los intereses y necesidades del niño son distintas a las de los adultos.

Esta diferencia entre literatura y paraliteratura es la primera gran enseñanza que he aprendido de este primer bloque. Personalmente mi desconocimiento sobre el tema literario me llevaba a hacer una distinción muy simple: buena o mala literatura, y nada más. Ahora he aprendido que no es así, y que es fundamental saber hacer esta primera distinción para, posteriormente, saber elegir de la forma más apropiada los cuentos de autor dirigidos a los niños.

En los apuntes se nos explica la evolución histórica de casi un siglo que ha abierto el paso a la literatura, hasta llegar a la segunda mitad del siglo XX cuando la paraliteratura se ha ido transformando en literatura y el lector se convirtió en el protagonista de la historia a partir de su identificación con los personajes. Este cambio supuso un gran avance para que los niños empezaran así a disfrutar de la lectura en sí misma, como una experiencia artística real, alejada del carácter didáctico y moralizador, en la cual el lector encuentra aventuras y sensaciones cercanas a su edad y a su momento evolutivo.

De eso se trata: acercar a los niños al puro placer de la lectura, haciendo que ellos mismos se sientan protagonistas a través de la identificación con los personajes de estos textos literarios, que no son didácticos sino que están totalmente enfocados hacia las necesidades del niño y justo por ese motivo favorecen la madurez psicológica del niño lector en el ámbito de la interiorización del yo, de la inserción social y del desarrollo lingüístico.

Se entiende a este punto, lo fundamental que resulta la correcta elección de un libro de literatura para los niños de diferentes edades, y, gracias a lo que he aprendido en este bloque de contenidos, ahora sé cómo hacerlo, cosa que antes era para mí un proceso guiado más bien por el sentido común, desconociendo totalmente lo que puede ofrecer a los niños un libro de literatura infantil escogido con criterio. He aprendido que en la elección de un libro, lo primero es conocer en profundidad a los niños que van a ser los receptores, sus intereses y las características propias de su momento evolutivo. Por supuesto hay que leer el libro previamente a su presentación en la clase, y a este punto ya seremos capaces de analizarlo, para verificar si sus características están en línea con las de los niños. Nos fijamos en aspectos como:
  • El formato, que tiene que ver con su aspecto externo del libro para que los lectores se sientan cómodos a la hora de sujetarlo, visionarlo y leerlo; con las ilustraciones que deben ser sugerentes y provocar sentimientos y emociones; con la tipografía que favorezca la legibilidad y que sea ajustada a la edad de los niños. Todos estos elementos influyen en la motivación de los niños a la hora de acercarse a la lectura de un libro.
  • El contenido, es el alma de un libro, donde el tema principal y los secundarios deben responder a los intereses de los lectores y a las peculiaridades del momento evolutivo en el que se encuentran. Hay que distinguir entre el tema, que es una generalización y el argumento que es una concreción. Tenemos que centrarnos en los símbolos, en lo que representan y en su significado. Dentro del contenido, toda la estructura debe ser sencilla así como el lenguaje empleado y el vocabulario. Lo más importante es que el protagonista del cuento, debe permitir a los lectores identificarse con él, así que tendrá que comportarse, actuar, hablar como lo harían ellos. El texto tendrá siempre valores o contravalores que tienen que ser fácilmente comprensibles y adecuados para los receptores.

Después de haber comprendido estos conceptos sobre la literatura infantil, creo que en una escuela infantil no se deberían comprar libros sin conocer a los niños y sin hacer un análisis minucioso de los textos que se quieren adoptar en clase.  El ejercicio práctico que hemos realizado ha sido muy útil a este respecto, ya que ahora sabemos cuál es la mejor forma de hacer un análisis completo sobre un texto de literatura.

No debemos olvidar que existen otros dos géneros literarios, el texto teatral y la poesía, que no tienen casi proyección en el aula, de hecho no existen libros teatrales para niños de menos de 8 años y, en general, los maestros no conocen muchas posibilidades de aplicación de la poesía en el aula. Desde mi punto de vista el teatro representa una forma muy divertida para desarrollar la creatividad y de paso, dejarse llevar por la historia, olvidando que se está delante de un público. Además que es una actividad que permite al niño mejorar su lenguaje, practicar la expresión artística, familiarizarse con el lenguaje no verbal, interesarse por la lectoescritura. Por lo que afecta la poesía, ya no tenemos escusas: hemos aprendido a hacer poesía en clase incluso con los más pequeños y ¡sin necesidad de rimas! Creo que la mejor forma para acercar los niños a la poesía consiste en crearlas juntos en clase y, posteriormente, leer alguna poesía en clase, invitando a los niños a hacer lo mismo o incluso a recitar una poesía que les guste particularmente. De esta forma se ayuda a mejorar su memoria, su seguridad en ellos mismos y su vocabulario.
Gracias a estos contenidos y ejercicios de análisis, me he dado cuenta de que los textos literarios son enormemente influyentes en la evolución del niño. No es necesario que el niño domine las destrezas necesarias para la lectura, para ello estamos nosotras: a través de la mano afectiva del adulto, el niño se acerca al libro y al cuento que encierra y este contacto le va a abrir las puertas de la comunicación, del lenguaje, del conocimiento, de la imaginación. El interés hacia la lectura empieza con el placer y el disfrute que se encuentra en ella, sin necesidad de forzar lecciones o moralejas.


REFLEXIÓN SOBRE EL TEMA 2: TEXTOS FOLCLÓRICOS


Creo que todos tenemos algún recuerdo infantil sobre cuentos que nos han contado, sin necesidad alguna de acompañar el relato con imágenes: una historia emocionante, fantástica, bien narrada, nos hacía imaginar todo lo que jamás habíamos visto, con lujo de detalles. Veíamos a los protagonistas, les acompañábamos en sus luchas, casi sentíamos su tristeza cuando les pasaba algo malo - que siempre pasaba - y luego disfrutábamos con ellos de sus victorias y, desde luego, habríamos querido ser como ellos de mayores. Esta era un poco mi visión de los cuentos folclóricos, que he ido ampliando y precisando a lo largo del estudio y de la actividad práctica de este segundo bloque temático.

La literatura folclórica es la historia de un pueblo, de una cultura, de una sociedad, que se ha transmitido oralmente por personas anónimas, y que ha sido adaptada a las distintas culturas que la acogieron en el curso del tiempo, por eso la historia "original" nunca es la misma, sino que tiene variantes. La función principal de estos cuentos era la de proporcionar diversión, placer, y su principal objetivo era lúdico, no moralizante. Se trataba de narraciones de las cuales no podemos averiguar el origen, ya que eran relatos de transmisión oral, para ser contados o cantados, al calor de la lumbre. Para que no se perdieran estos relatos, algunos recopiladores (como Perrault, los hermanos Grimm, Andersen, Fernán Caballero en España) empezaron a transcribir los textos que la gente del pueblo les narraba, otros adaptaron los textos con intención explícitamente didáctica, otros crearon distintas versiones manteniendo sólo algunos elementos de los textos folclóricos.

Los textos folclóricos se pueden clasificar en textos en verso, para ser cantados, recitados o para hacer juegos; o textos en prosa como los mitos, las leyendas, las fabulas y los cuentos, que pueden ser cuentos tradicionales - de autor desconocido y transmitidos oralmente - o cuentos literarios - que son obra de un autor y se transmiten por medio de la escritura. Entre todos los cuentos en prosa, nos hemos centrado en el cuento maravilloso, por ser el más extendido y el que ha provocado más análisis y estudios. Fue Vladimir Propp, en su libro "Morfología del cuento" a acuñar el término cuento maravilloso, para indicar que esta tipología de cuento responde a una estructuración bien definida y puede analizarse siempre según estos tres aspectos:

a) Los papeles, que pueden ser desempeñados por diferentes personajes según los diferentes cuentos.
b) Las acciones, que se componen de un planteamiento, un nudo y un desenlace.
c) La funciones, que se producen por el significado de las acciones fundamentales dentro del intrigante desarrollo del relato. Propp enumera 31 funciones, que no tienen por qué aparecer todas en todos los cuentos, pero las que aparecen siempre lo hacen en el mismo orden.

Esta tipología de cuentos puede clasificarse de otras formas: según los motivos, que son los lugares comunes universales de los cuentos que reflejan la esencia misma del cuento (los deseos, los miedos, las ilusiones humanas, etc.); según los personajes: siempre tenemos a un héroe, un enemigo, elementos mágicos...; según los arquetipos frecuentemente relacionados con los personajes y lo que simbolizan: la madrastra, los príncipes o princesas, resucitar con un beso, etc.

Me doy cuenta de que probablemente había subestimado estos tipos de relatos orales y no me había percatado de la importancia de la literatura folclórica como instrumento didáctico de gran potencial. Además de estimular muchísimo la imaginación de los niños, ofreciéndoles nuevas dimensiones fantásticas, estos cuentos sugieren imágenes que les servirán para estructurar sus propios ensueños y canalizar mejor su vida, en otras palabras, ayudan a los niños a conocerse mejor y a darse ellos mismos una explicación del mundo. Siendo cuentos que motivan de forma lúdica a los oyentes, sin darse cuenta, sin aburrirse y prácticamente sin esfuerzo, los niños consiguen un buen desarrollo de sus habilidades lingüísticas.

A este punto es fundamental saber usar de forma correcta los cuentos tradicionales en el aula, teniendo en cuenta las etapas evolutivas en las cuales se encuentran los niños y las características de las mismas. Por ejemplo, sería del todo inapropiado contarles a niños de 2 años un cuento original largo, con muchos personajes e impregnado de simbología.

Para aprender a emplear adecuadamente los cuentos folclóricos en clase, hemos realizado una actividad de adaptación de un cuento original, enfocándolo hacia una edad específica. Ha sido un ejercicio que me ha encantado y con el cual he disfrutado mucho, además de aprender que una adaptación no es una libre invención basada en el cuento original, sino que existen unos elementos estructurales que no se pueden cambiar porque, de otra forma, significaría crear una versión totalmente distinta del cuento y no realizar una adaptación. Antes de tener estos conocimientos, al escuchar un cuento que me parecía demasiado "duro" para niños pequeños lo que hacía era quitarle los hechos o los detalles que consideraba fuera de la comprensión del niño. Por ejemplo, que si la madrastra de Blanca Nieves quería arrancarle el corazón, yo decía que quería que se perdiera en el bosque; que si el lobo de Caperucita se comía a la abuela, yo contaba que la abuela era muy lista y se escondía en el armario... en fin, no sabía que una adaptación bien hecha, sin quitar elementos fundamentales, puede contarse a niños de diferentes edades siempre y cuando estos estén listos a escucharla por su nivel evolutivo. Ahora sabemos adaptar cuentos para nuestros alumnos, teniendo en cuenta sus edades, el esquema básico del cuento, su simbolismo, sus personajes y sus roles, así como los motivos principales.

Otra cosa que quería destacar es la importancia de conocer las versiones originales de estos cuentos y me doy cuenta de que muchas de estas versiones ni siquiera las conozco. Estamos tan acostumbrados a ver películas o a leer versiones totalmente distintas de las originales, "adaptadas" a la comercialización que corremos el riesgo de perder el verdadero espíritu de estos cuentos, un espíritu que nos lleva a otros tiempos, otros lugares que nos recuerdan las culturas tradicionales, un tesoro que no habría que perder. Creo que actualmente, el cuento tradicional, narrado oralmente no encuentra mucho espacio en el aula: muchas maestras, quizás por desconocimiento, por falta de tiempo o por abusar excesivamente del instrumento libro, no otorgan a esta forma de narración el valor que debería tener.


                          REFLEXIÓN SOBRE EL TEMA 3: LA HORA DEL CUENTO


En este apartado hemos aprendido distintas formas de leer o contar cuentos a los niños, a través de tres técnicas:

     1.      El cuentacuentos.
     2.      La narración con libro.
     3.      La lectura de cuentos.

Lo que tienen en común estas tres técnicas es sin duda el hecho de dedicarle un tiempo, en buscar y percibir un momento apropiado en el cual los niños estén dispuestos a la escucha, sin necesidad de convertir este momento íntimo en una ocasión más para enseñar. En la narración o lectura de textos, la interactuación es imprescindible, porque así les vamos introduciendo en la historia, les motivamos, captamos y mantenemos su atención, etc. Es también muy importante que los niños se involucren en el cuento, se sientan parte de la historia, se identifiquen con las aventuras de los protagonistas o simplemente se vean reflejados en unos aspectos típicos del protagonistas y para animarles a entrar en ella, se puede interrumpir la narración para preguntar o proponer a los niños por ejemplo: cuál sería el desenlace deseado, qué hará el protagonista, que harían ellos si estuvieran en su lugar, etc.

También haremos preguntas al final del cuento pero no tendremos jamás que pretender un resumen detallado de lo que han escuchado: lo que nos interesa es que los niños se hayan fijado en los personajes principales, en los elementos esenciales del contenido, y sobre todo, que hayan disfrutado de la narración solo así les estaremos acercando al puro placer de la narración y al posterior interés por la lectura.

En clase hemos realizado una práctica en grupo para que cada una de nosotras pudiera experimentar una de las tres técnicas mencionadas, delante de las otras compañeras y ha resultado ser un ejercicio muy enriquecedor. Yo me cimenté en un cuentacuentos, basado en un cuento tradicional, y los consejos de mis atentas oyentes sobre cómo hacerlo mejor, sus ideas u opiniones, han resultado muy útiles y tendré todo muy en cuenta cuando se me presente la ocasión de transmitir los cuentos a mis alumnos.

De lo que estoy segura, es que la mejor forma para llegar a los niños es involucrarse totalmente en lo que se les está contando, con expresividad, con buena entonación, con el ritmo y el vocabulario adecuado, cuidando las pausas, observándoles para captar el momento adecuado para hacer unas preguntas, si se considera oportuno.

Creo que para llegar a ser un buen narrador, de los que los niños admiran boquiabiertos sin pestañear y totalmente pendientes de sus palabras hay que entrenar y ganar experiencia, aprender y poner en práctica trucos y estrategias, como los que nos surgieren los apuntes de la asignatura. Por otro lado, independientemente que se opte por una u otra de las tres técnicas narrativas, es recomendable leer el libro anteriormente, para averiguar si es apto para los niños a los cuales tenemos intención de contarlo y para prepararse, ensayando, si es el caso, una narración fluida, divertida e interesante.

De las tres técnicas propuestas, me he llevado una sorpresa con la lectura del libro: francamente era una opción que no había considerado hasta ahora, pensado que la mejor forma de contar cuentos a niños de educación infantil sería el cuentacuentos o lectura al mismo tiempo que se enseñan las imágenes. Aunque la lectura del cuento en voz alta se preste más a niños un poquito más mayores, si sabemos elegir el cuento adecuado para ellos, pueden comprender, recrear y disfrutar de la historia exactamente como con las otras técnicas. 
Es muy positivo conocer y saber presentar a los alumnos distintas formas de comunicación literaria, pudiendo así trabajar diferentes aspectos de la misma en el aula, siendo originales, no repetitivos con repercusiones positivas en las motivaciones de los niños que no caen en el aburrimiento de repetir siempre las mismas actividades relacionadas con los cuentos.


                            REFLEXIÓN SOBRE EL TEMA 4: CREACIÓN LITERARIA


Este tema es la continuación del precedente porque nos enseña muchas estrategias para poder crear nuestra propia literatura para los niños o con ellos. Al principio parecía una tarea complicada, pero cuando nos hemos puesto manos a la obra, en general creo que a todas nos han salido unas creaciones bastante buenas y originales.

A la hora de crear textos para niños hay que tener en cuenta tres aspectos fundamentales:

     1.      El contenido: el argumento tiene que ser cercano a los intereses y al mundo conocido por los niños, a su realidad; que los personajes permitan la identificación del niño y que al mismo tiempo tengan algo de mágico; que existan enseñanzas evidentes en el terreno de los conceptos, procedimientos y actitudes; que el lenguaje sea adecuado a la edad.
     2.      Los aspectos estilísticos: los textos deben ser claros y cortos, compuestos por frases sencillas; hay que cuidar los aspectos gramaticales y evitar la rima mala o rebuscada.
      3.      El formato: tiene que ser resistente y fácilmente manipulable por parte de los niños.

Una vez aclarados estos puntos, nos hemos cimentado en la creación en prosa, en verso y la creación dramática y con una de estas creaciones hemos realizado un verdadero libro, para ser añadido a nuestra biblioteca de aula.

Yo no sabía de la existencia de tantas estrategias que facilitan mucho la creación de un texto y que sobre todo pueden ser empleadas para ser trabajadas conjuntamente con los niños. Cada maestro se puede decantar por una en vez que por otra estrategia, dependiendo de las edades y características de sus alumnos, de los objetivos que quiere perseguir, pero lo que tienen en común todas ellas es que no hace falta tener un desarrollo lingüístico y cognitivo superior al de los niños de educación infantil, son totalmente utilizables en clase. Evidentemente las estrategias representan el punto de salida, luego hay que darle rienda suelta a la imaginación pero es justo esto lo que necesitan los niños: poder expresar su creatividad a través de distintos medios y verlo reflejado en algo concreto que, en este caso puede ser una poesía, una adivinanza, un cuento al revés, un trabalenguas, un dialogo que puede ser representado.
Creo que es una forma de trabajar la literatura increíblemente satisfactoria y además, permite que los niños adquieran competencias lingüísticas de manera lúdica, creativa, aprendiendo a jugar con las palabras con libertad e imaginación.

Cuando se llega a tener un texto, he aprendido que crear un libro tampoco es una tarea del otro mundo. En realidad yo no me considero muy apta para las manualidades, es decir que hago lo mínimo, lo que está en mi mano pero creo que merece la pena intentar y experimentar nuevas técnicas que no son para nada complicadas y nos brindan unos resultados muy buenos. Todo es ponerse y no pasa nada si no sale perfecto. Me he quedado satisfecha con la creación de mi libro, por el contenido, pero también por el aspecto exterior.

Considero que lo que he aprendido en este bloque de creación literaria me va a servir muchísimo una vez esté dando clase: todas y cada una de las estrategias aprendidas se pueden ir experimentando y consentirán trabajar distintos aspectos de desarrollo cognitivo, comunicativo, manual (ya que los niños colaborarán en la realización de los libros), motriz (con las representaciones dramáticas). Los niños ampliarán sus conocimientos a nivel conceptual, pero también a nivel procedimental y actitudinal mediante actividades variadas y siempre motivadoras, porque nunca serán iguales.


REFLEXIÓN SOBRE EL TEMA 5: BIBLIOTECA DE AULA


Bueno, esta última actividad ha sido un poco la guinda sobre la tarta, la demostración de que todo lo aprendido no se queda en conocimientos poco prácticos sino que se forjan en la capacidad de crear algo concreto que sirva de verdad a los niños. Un lugar, dentro de la clase, donde los niños se sientan cómodos y puedan de verdad aprender disfrutando de lo mucho que pueden ofrecerles los libros.

Esta actividad la hemos trabajado en grupo, y cada una de nosotras ha puesto su granito de arena, sus ideas, sus opiniones para poder realizar un buen proyecto de biblioteca de aula. Teniendo presente la guía propuesta por Irune y los aspectos fundamentales que hay que tener en cuenta en la puesta en marcha del proyecto - situación del aula, diseño, contenido y fondo, organización y gestión, dinamización y animación - hemos añadido nuestro toque personal, nuestra imaginación y nuestra creatividad que reflejan también todo lo que hemos aprendido a lo largo de esta asignatura.

Planificar una biblioteca de aula con ciertas características, centrada en los niños, en sus necesidades, teniendo en cuenta los mejores textos para su momento evolutivo, conociendo las distintas estrategias para dinamizar el rincón de la lectura, habría sido impensable al principio del semestre. Ahora podemos decir, que sabríamos planificar y llevar a cabo un proyecto de este tipo en cualquiera escuela infantil, si solo se nos brindara la oportunidad.

Por lo que he podido comprobar en la escuela infantil donde he realizado las practicas, nadie se preocupa de la calidad de los textos ofrecidos a los niños, la elección de los libros parecía del todo aleatoria, su cuidado dejaba mucho que desear, no había una conciencia sobre la importancia de la literatura infantil enfocada a los niños, y ni siquiera la intención de crear hábitos de lectura. La sensación que me han transmitido se resume de esta forma: "Tenemos un ratito de tiempo, ¿qué hacemos? Vamos a coger un libro, uno cualquiera, se lo leemos hasta que los niños se queden quietos y lo volvemos a guardar." Con esta mentalidad es imposible pensar que se pueda plantear la creación de un rincón de lectura o una biblioteca de aula, pero lo peor es que si no somos los maestros quienes estimulamos a los niños a acercarse a los libros, a disfrutar de los cuentos, de las historias, de los poemas... ¿Cómo podemos pretender que en primaria los niños lleguen a ser, de repente, grandes lectores y amantes de los libros?


Al llegar al final de esta asignatura, de verdad me doy cuenta que sabía poquísimo de literatura infantil. A pesar de mi ignorancia sobre el tema, algo bueno, al menos como madre, habré hecho porque, a mi hija le encantan los libros, que tenemos por todas las habitaciones (baño incluido, del cual no sale sino acaba de "contarse" su libro), los cuentos, el jugar con las palabras, las adivinanzas, las rimas, el inventar historias juntas sobre palabras que se nos ocurren. No pasa ni un día sin que ella coja en mano al menos un libro, para que se lo leamos, o se lo "lee" ella o le cuente un cuento. Creo que le he transmitido el placer de la lectura pero sobre todo la idea, que ya se ha transformado en su certeza, que un libro tiene en su interior, en sus historias una cantidad de sorpresas increíbles: nos abre las puertas a la imaginación, a la fantasía, a la diversión, a la curiosidad pero también al conocimiento, al saber más cosas y todo esto es puro placer, no obligación.

Esto mismo es lo que me gustaría transmitir a mis alumnos el día de mañana, cuando sea maestra y pueda trabajar con ellos. Además, ahora tengo muchos más conocimientos que antes, lo cual me permitirá ejercer mi trabajo de forma más competente. Lo mejor de todo es que esta asignatura ha sido muy práctica, así que no he aprendido sólo teoría sino a llevarlo todo al aula y poder comprobar, que realmente funciona.

Gracias a los comentarios de Irune y de mis compañeras he ido poco a poco perfeccionando mi forma de trabajar, me siento mucho más segura sobre la forma de elegir correctamente libros, sobre las técnicas de narrar cuentos, sobre las estrategias para crear textos o libros, finalmente la realización de la biblioteca de aula.

Llego a la conclusión de que todo pero todo lo que he aprendido en la asignatura de literatura infantil podré llevarlo al aula y me atreveré sin duda a ponerlo en práctica en todas sus facetas. 


BIBLIOGRAFÍA

Para elaborar las distintas actividades prácticas y ampliar mis conocimientos, he consultado varias fuentes y he encontrado varias páginas web muy útiles. Me gustaría compartir con todas las compañeras algunos de los enlaces que me han parecido más interesantes:
  •              Para ampliar nuestros conocimientos sobre Literatura infantil en general:


Es un artículo de la revista "Educere", que se titula: "Literatura para niños: una forma natural de aprender a leer", me pareció muy interesante porque en él se evidencia una vez más la importancia de la literatura infantil en el desarrollo de la creatividad y de la imaginación de los niños. Se analizan tres aspectos fundamentales: las funciones de la literatura infantil, el papel del docente para promover la literatura infantil, y unas estrategias, relacionadas con la literatura infantil, enfocadas al aprendizaje natural de la lectura.


Artículo del Centro Virtual Cervantes, titulado: "En torno a la literatura infantil." Nos cuenta un poco cuál ha sido el proceso formativo de la educación infantil y cómo se concreta respecto a la escuela y a la cultura en general.


En este dossier se ha reproducido un capítulo del libro "Aprender a Leer" de Bruno Bettelheim, que se titula "La magia de la Lectura"; posteriormente, un conocido escritor francés de literatura para niños, Pierre Gamarra, nos da su visión de lo que es la lectura. Este artículo nos puede servir para entender la importancia que tienen las bases para que luego que los niños aprecien la lectura.
  •     Cómo estar al día y títulos de libros de Literatura infantil recomendados:


El País nos ofrece una serie de links interesantes sobre: investigadores de literatura infantil y juvenil, libreros, animadores a la lectura, profesores y blogueros que han participado en la selección de la mejor literatura infantil y juvenil del 2013.


Es una guía de Literatura infantil y juvenil, muy completa que propone unos títulos de libros interesantes con un pequeño resumen del contenido. Lo "malo" es que se hace una distinción genérica que engloba todos los libros recomendados para menores de 6 años, sin concretar en detalle esta franja de edad. Hay libros para niños de 6-9, 9-12 y 12-15.


Esta página web ofrece una selección de libros infantiles, que pueden darnos unas pistas sobre posibles libros de literatura infantil que nos pueden interesar. Por cada título hay un pequeño resumen del contenido, además del precio y de las librerías donde el libro está disponible

  • ¿Dónde encontramos libros de literatura infantil?


  • En relación con los cuentos folclóricos
Esta página web Este artículo "Análisis del cuento tradicional. ¿Qué valores transmiten los cuentos clásicos?" empieza hablando de las funciones de la literatura infantil pero luego se centra en los valores que transmiten los cuentos clásicos y los estereotipos más frecuentes.

Este documento, además de situarnos históricamente en el nacimiento y desarrollo de la narrativa folclórica, ofrece muchos cuentos originales, muchos de los cuales totalmente desconocidos (al menos para mí).

Es un trabajo de fin de grado en el cual se comparan tres autores: Perrault, Andersen y los Hermanos Grimm y se describen las características de sus cuentos, haciendo unas comparativas entre distintas versiones del mismo cuento. Es curioso.

Una página con muchos cuentos, algunos cortos, otros populares, de fantasía, etc.

Por si queremos acercarnos a los cuentos populares Chinos que, por lo visto, siguen teniendo mucha tradición y se cuentan en familia.


  •  Estrategias para contar cuentos o hacer libros:

Este es un libro de texto, que se titula "El arte de contar cuentos" de Marie L. Shedlock. Es un verdadero libro de texto, muy largo, no me lo he leído por falta de tiempo, pero oyéndolo por encima me ha parecido de gran interés y utilidad: vienen consejos, estrategias, sobre el arte de contar cuentos y además también textos que se pueden contar y adaptar a los más pequeños si es el caso.


Ambos documentos nos enseñan algunas dinámicas para contar cuentos teniendo en cuenta las características de los oyentes.
  

El último link nos direcciona a un documento que se titula "Literatura infantil en educación preescolar" me pareció muy interesante porque es como si fuera una guía práctica de literatura infantil. Se recopilan muchas de las estrategias que ya conocemos para crear textos literarios y otras que son nuevas y sobre todo explican cómo enseñarlas a los niños con ejemplos muy prácticos.

https://www.youtube.com/watch?v=h5oR8iPCV7A como hacer y contar un cuento infantil
https://www.youtube.com/watch?v=dj18Akr55WY como hacer un cuento interminable


  • Para la realización de la biblioteca de aula:
http://www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_41/JOSE_FELIX_CUADRADO_1.pdf

miércoles, 3 de junio de 2015

Corrección actividad 5: "La magia de los libros"

"La Magia de los Libros”


Actividad realizada por:
Rut Martínez Laserna
Elisa Scapin Bizzo
Sandra Romero Gil

El acercamiento del  niño/a a lectura y a la escritura a través del uso de diversos recursos literarios, permitirá al niño alcanzar múltiples capacidades que contribuyan a su desarrollo integral. Por ello la biblioteca debe estar presente en el aula como un espacio de encuentro e intercambio de experiencias que fomenten en el niño la imaginación, la creatividad y propicien la adquisición de un buen hábito lector.
La biblioteca de aula posee una literatura infantil grata para los niños, pensada para ellos, que hace soñar, crear opinión crítica, acercar al niño a la lengua escrita y despertar el gusto y la estética.
Para ello debemos desarrollar nuestra biblioteca de aula donde debemos intentar aunar la autonomía, la actividad tanto física como mental, la socialización, la observación y la exploración, la creación de un ambiente cálido y seguro, el aprendizaje significativo y también una labor como maestro – guía del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por tanto nuestra aula está organizada mediante la metodología por rincones, ya que así podemos establecer rincones de plástica, de juego simbólico, de construcciones, de biblioteca, el cual vamos a desarrollar a continuación, ya que es un espacio lúdico donde los libros ofrecen al niño desarrollarse memorísticamente, desarrollar su imaginación, el vocabulario, la socialización con los demás, etc. teniendo en cuenta que será en un entorno adaptado a ellos, lleno de fantasía, con historias mágicas y divertidas.
Defendemos la idea de que desde la biblioteca de aula se trabajan todas las competencias, dadas la riqueza y variedad de situaciones que se pueden abordar y trabajar desde ella. Por lo que son: 


















Es por ello que cuanto más tiempo dediquemos a diseñar y organizar una buena biblioteca de aula, más descriptores estaremos trabajando dentro de cada competencia y estableceremos un espacio en el aula en el que el alumnado podrá trabajar en infinidad de agrupaciones para resolver la situación /problema que se plantee consiguiendo así una mayor autonomía y autogestión del aprendizaje del alumnado desde las edades más tempranas.




Para poder llevar a cabo esta experiencia, nos planteamos una serie de objetivos:

  • Desarrollar el interés y el placer por los libros.
  • Educar para la paz y la comunicación desarrollando el autocontrol y elaborando entre todos diferentes normas de comportamiento.
  • Potenciar una actitud positiva con respecto al libro, la lecto-escritura y la cultura escolar como vehículo de expresión y comunicación.
  • Estimular una actitud positiva relativa al cuidado de los libros e indicándolos en la lectura.
  • Fomentar las relaciones interpersonales.
  • Potenciar las capacidades lógico – matemáticas.
  • Identificarse con las sensaciones y emociones que les producen los libros.
  • Implicar a la familia en el proceso de trabajo.


Ø  Situación en el aula

La biblioteca de aula es un espacio donde los niños pueden experimentar, imaginar, reconocer el mundo que les rodea, descubrir sus gustos por la lectura, investigar sobre lo que les interese, y por supuesto acceden a conocimientos nuevos para ellos, ya que en una biblioteca de aula pueden los niños pueden elegir libremente los cuentos que desean leer.

Por tanto es un lugar que incita al estudio, a la investigación y al descubrimiento, a la formación cognitiva y por supuesto a la lectura. Pero también es un lugar de encuentro con los demás compañeros, de comunicación entre sus iguales, y de aprendizaje para todos los niños, ya que está integrada dentro del marco pedagógico favoreciendo la autonomía y la responsabilidad.  El principal objetivo de la biblioteca de aula es que los niños se habitúen al uso de las bibliotecas con finalidades recreativas, informativas y de educación permanente. 

Si uno de nuestros deseos es que los alumnos logren autonomía para leer diferentes materiales y se sientan estimulados para la investigación, para ello es necesario que los libros estén en el aula y al alcance de ellos en cualquier momento. Para cumplir con este objetivo que mejor que organizar la biblioteca del aula.

La biblioteca de aula debe estar en la zona más luminosa del aula, por lo que nuestra biblioteca estará junto a unos grandes ventanales, las cuales forman un rincón, fomentando así el sitio ideal para albergar nuestra biblioteca y favoreciendo así la lectura a todos los niños. Debe ser un espacio amplio, donde se pueda colocar una gran alfombra o colchoneta o ambas cosas, junto con unos cojines para que los niños puedan sentarse tranquilamente sobre ellos y puedan disfrutar de los cuentos o revistas.


Debe ser un lugar donde no haya ningún objeto obstaculizando la zona de lectura ya que es el espacio donde los niños van a disfrutar, echar a volar su imaginación, a desarrollar su vocabulario y su aprendizaje, y para ello debe ser un sitio relajado y tranquilo, por lo que el rincón de la biblioteca debe estar lo más alejado posible del rincón de las construcciones y del juego simbólico. 



En nuestra biblioteca podemos también incluir un dosel de cuna, cortinas o telas o una tienda de acampada o de indios, etc. que creen un espacio para la lectura más individual, íntima y concentrada. El alumnado suele buscar los elementos necesarios para sentirse a gusto en este rincón, apareciendo la lectura, el compartir, el diálogo y el intercambio surgiendo de manera espontánea gracias al ambiente creado.


Otra idea que podemos incluir en nuestra biblioteca es la utilización de una mecedora, donde los niños pueden compartir un libro, o leer individualmente o bien la profesora leer a uno de ellos en su regazo, o también que la profesora cuente cuentos, así podría llamarse el sillón del cuentacuentos. 

En cuanto al mobiliario, debemos tener estanterías adecuadas a la altura de los niños, para poder albergar todos los libros, revistas, periódicos, etc. fomentando así el acceso a los niños para que ellos libremente puedan seleccionar  y coger el cuento sin ninguna dificultad.  Estarán distribuidas bajo los ventanales, delimitando así el espacio de la biblioteca y también unas mesas para que los niños, si lo desean, se sienten a leer. 
 
Otra de las ideas que podemos llevar a cabo dentro de nuestra biblioteca de aula es hacer una lluvia de nombres para poder llamarla como los niños deseen, y así poner un cartel grande con el nombre elegido para la biblioteca. 




                Plano del aula 





                Leyenda



Ø  Diseño

Como anteriormente hemos dicho, nuestra biblioteca de aula debe tener un espacio amplio y luminoso, lo más cercano posible a los ventanales para aprovechar muy bien la luz natural. La biblioteca debe ser de fácil acceso, por lo que no habrá obstáculos que impidan acceder a ella, por ello hemos distribuido las estanterías a lo largo de los ventanales donde se ha ubicado la biblioteca, estas están a la altura del alumno para que tenga mejor acceso a los libros y así fomentar su autonomía.

Por otro lado, la biblioteca consta de una alfombra o colchoneta y unos cojines para que sea más acogedor, dando así sensación de “hogar” y así poder sentarse los niños en el momento de la lectura o cuentacuentos.  Y también hemos situado dos mesas por si algún niño desea sentarse a leer.


En cuanto a la decoración, al querer que sea un sitio donde se estimule la imaginación, fomentando el aprendizaje y el hábito a la lectura, pensamos que debe ser un sitio que transmita tranquilidad, pero que a su vez sea un sitio que anime a la lectura, que anime a los niños a sentarse a leer los cuentos que ellos elijan.

Como hemos dicho anteriormente, podemos poner un espacio más íntimo, consiguiéndolo gracias al dosel de cuna, o tienda de acampada, para cuando los niños deseen leer en la intimidad. Y también podemos poner una mecedora donde la profesora puede leer cuentacuentos, o bien dos niños sentarse para leer un cuento en común.

En cuanto al color del mobiliario, deberá ser en tonos suaves ya que el tono de color lo aportarán los cojines, los cuales serán traídos por los niños, fomentando así la participación en la creación de la biblioteca del aula. Estos cojines estarán sobre una alfombra o colchoneta.

También tendremos algunos dibujos de personajes de cuentos, hadas, héroes, etc., los cuales han sido previamente elegidos por los niños y pintados por ellos mismos, para poderlos distribuir por el rincón de la biblioteca del aula, los cuales formarán parte de la decoración de la biblioteca. Por supuesto no debemos olvidar que la biblioteca de aula tiene nombre, por lo que hemos puesto un cartel grande con el nombre de nuestra biblioteca, cuyo nombre ha sido elegido por los niños.

Otra de las cosas de las que podríamos disponer dentro de la biblioteca de aula, sería una pizarra de caballete, donde los niños pudieran recrear los personajes de los cuentos que están leyendo o bien dibujar el personaje que se están imaginando cuando se les ha narrado un cuento.

En cuanto a la distribución de los libros, (que se explicará más detalladamente más adelante), estarán colocados sobre las estanterías, todos ellos clasificados convenientemente para que los niños puedan adquirirlos y dejarlos autónomamente. Aunque también podemos disponer de una sección donde hay libros  recomendados, los cuales han sido recomendados por algún alumno, o también otra sección que es la máquina de contar cuentos (se explica más adelante), o por ejemplo también tener otra sección donde los niños traigan de casa cuentos para compartir con sus compañeros, o el libro viajero, el cual viaja a cada casa para que cada niño vaya creando el cuento y al finalizar se cuenta al completo.

La profesora podría tener en la biblioteca del aula, para su uso y para uso de los alumnos unas marionetas, muñecos, guiñol, o títeres para escenificar y dramatizar los cuentos que se narran.

Pero también tendremos una zona donde los niños puedan dejar los libros que se han ido deteriorando con el paso del tiempo o el mal uso, así los niños aprenderán a ser responsables, a respetar el libro, a cuidarlo. Pero los que si están muy deteriorados tendremos que retirarlos.


Por otro lado, también en nuestra biblioteca de aula estarán muy presentes las normas del uso de la biblioteca, por lo que podemos hacer dos cosas, (según la edad de los alumnos): mediante dibujos, los cuales estarán realizados por los alumnos, o bien mediante un listado escrito en un folio. Estas normas las deberemos poner en un sitio muy vistoso, ya que se deberán leer y recordar cuantas veces sean necesarias.


Ø  Contenido / Fondos


Para conseguir una buena biblioteca de aula debemos tener en cuenta las características psicoevolutivas de los niños, el ciclo educativo en el que se encuentran y la edad de los niños.
Por ello dispondremos de un fondo bibliotecario  adecuado y adaptado a los niños que tenemos en nuestra aula.

Los niños a los que nos dirigimos y realizamos este proyecto son niños de segundo ciclo de infantil, con una edad de 4-5 años, los cuales forman un grupo de 25 niños, cuyas características son propias de los niños de esa edad, por lo que aprenden muchas palabras nuevas, dominan la estructura de la frase, inicia la comprensión de secuencias narrativas, etc.,  sin tener dentro del grupo ningún alumno con necesidades educativas especiales.

Teniendo en cuenta las características de los niños nuestro fondo de libros deberán tener las siguientes características:
  • Libros con portadas resistentes y con ilustraciones atractivas.
  • Libros en los que predominen imágenes, donde el texto es un segundo plano.
  • Libros con ilustraciones que estén acompañadas de pequeñas frases.
  • Libros clásicos y populares, y también que posean un tema fantástico dando lugar a la imaginación del niño.
  • Libros cortos en los que el niño pueda identificarse con el héroe.
  • Libros cuyos argumentos giren entorno a actividades, sentimientos, miedos y deseos comunes a esas edades.
  • Libros literarios
  • Libros paraliterarios
  • Libros en inglés


    Debido a la gran multitud de libros que podemos encontrar para estas edades, nos disponemos a presentar algunos ejemplos, los cuales consideramos imprescindibles en nuestra biblioteca de aula:


    Estos son unos ejemplos, aunque como podéis observar hemos elegido desde algunos cuentos clásicos, otros por su calidad literaria e ilustrativa, por su funcionalidad, por su función lúdica, o por que hagan referencia a la unidad didáctica que estén trabajando, otros por las situaciones específicas de la vida cotidiana que puedan surgir dentro y fuera del aula.

    También es importante tener en una biblioteca fondos de revistas y periódicos, los cuales deben ser interesantes y atractivos para los niños, teniendo en cuenta, que estos les acercan al mundo real, pudiendo así adquirir otros conocimientos diferentes, como por ejemplo personajes famosos del mundo del cine y televisión, o revistas de animales donde pueden ver con exactitud su aspecto real del animal. También servirán para hacer preguntas y debates en clase, acercando por tanto otro tipo de lectura al alumno.

    En nuestro fondo de biblioteca también habrá libros de producción propia, los cuales serán realizados por la profesora y por los niños ayudados por la profesora o por los padres, creando así sus propios libros. Esto fomentará la cercanía a la biblioteca y en definitiva a la literatura, que es el objetivo de estas creaciones al igual que de la biblioteca de aula, por lo que se sentirán partícipes, una vez más, de la creación de esta biblioteca.

    Uno ejemplo de ello, será mediante la creación del cuento viajero, donde todos los niños serán partícipes de dicha creación, donde ilustrarán y pondrán texto a las experiencias del personaje de dicho cuento.

    También tendremos la Máquina de contar cuentos, la cual consiste en tener una cajitas, donde en cada una de ellas se pondrá nombres de personajes, en otra objetos, en otra lugares, en otra momentos del día, y en otra objetos. Por lo que cada niño sacara una tarjeta de cada cajita y con la combinación que salga al azar se inventará una historia disparatada, dando lugar a la imaginación de los niños y creando una historia propia realizada por ellos.

    Por supuesto, en una biblioteca de aula no pueden faltar los formatos audiovisuales, donde podremos visionar mediante reproductores cuentos clásicos, o bien cuentos cantados. 

    Ø  Organización y gestión

    Al principio se contará sólo con los libros que ofrecen el centro escolar pero la idea es que la biblioteca se vaya ampliando en números de ejemplares, mediante la participación de las familias y de los mismos niños para que llegue a ser un proyecto compartido y de gran colaboración. Por lo tanto las maestras tienen que comunicar a los padres, al centro educativo, al ayuntamiento que se entiende realizar una biblioteca de aula y se presentará el proyecto de la misma.

    La biblioteca estará formada por:

    • Libros que las familias quieran regalar e /o prestar para todo el curso escolar al centro sean nuevos o usados, pero siempre en buenas condiciones. De estos libros se hará una selección y se devolverán a las familias los que no se consideran apropiados al momento evolutivo de los niños.
    • Libros que comprará la escuela según las características evolutivas de los niños y las indicaciones de las maestras.
    • Libros que se conseguirá a través de los Ayuntamientos o de las bibliotecas municipales, que en algunas ocasiones subvencionan o ayudan a la realización de estas actividades.
    • Libros creados por la maestra y los niños.
    • Recortes de prensa, periódicos, revistas, fotos, etc.


    Teniendo en cuenta que la clase es de 25 niños, creemos conveniente que se llegue a poder disponer de 2 libros cada niño antes de poder empezar con los préstamos. Es importante que se vayan registrando los libros a medida de su incorporación en el aula, y de este aspecto se tendrá que ocupar la maestra, aunque no hace falta que sea un registro manual ya que existen programas gratuitos que facilitan esta labor. La maestra decidirá si hacer el registro en una sola lista, sin distinción de género y materia, simplemente con una numeración o también podrá organizar el registro por género.


    Lo más importante es que los niños participen activamente en la catalogación de los libros y que vean su utilidad, ya que será más fácil encontrar un libro y también volver a reponerlo en su lugar. Considerada la edad de los niños, pensamos que lo más sencillo sea catalogar los libros con números y colores, de la siguiente forma:




    Si, hipotéticamente, tuviéramos 6 estanterías distintas, sería sencillo para los niños coger o colocar el libro elegido guiándose por el color y el número que aparecerá en una etiqueta pegada al libro. Cuando entre un nuevo libro en la biblioteca o se cree uno en la misma clase, después de su lectura, la maestra motivará a los niños para que opinen sobre la materia del libro y decidir así, todos juntos, el color de la etiqueta que le corresponde.

    Para la buena conservación de los libros, se pedirá a los padres que, en cuanto en niño lleve a casa el primer libro prestado empiecen a forrarlo, así que poco a poco todos los libros de la biblioteca estarán más protegidos.

    Por lo que afecta al acceso a la biblioteca por parte de los niños, pensamos que ellos deberían ser libres de acercarse a los libros en completa autonomía, en los momentos de juego libre, cuando hayan acabado sus tareas y estén esperando a otros compañeros, al despertarse de la siesta o en todos los ratitos libres. Lo que queremos es que el niño se sienta atraído por la biblioteca y lo que le pueden ofrecer los libros, y que desee coger un libro para disfrutarlo todas las veces que les presente la ocasión.

    Todos los niños nos ayudarán a establecer unas normas para poder disfrutar todos juntos de nuestra biblioteca sin molestar a los demás y cuidando del material.

    Estas podrían ser las normas, aprobadas por toda la clase:

    • Hablar bajito.
    • No romper o estropear los libros, sino cuidarlos con cariño porque son de todos.
    • Los libros no se pintan.
    • No sacar lo libros fuera del rincón.
    • Coger un libro a la vez.
    • Cuando se acabe de ver o leer el libro, se vuelve a colocar en su sitio.
    • Si un compañero ya ha cogido un libro no se lo quito de las manos, sino que espero que haya acabado.
    • Se puede ver un libro también con otros compañeros.
    • No se puede llevarse a casa un libro si antes no se ha devuelto el anterior.


    Los niños nos podrían ayudar a dibujar estas normas para no olvidarlas y tenerlas siempre bien presente en el rincón de la biblioteca.

    Una biblioteca pierde de sentido se no se enfoca hacia el préstamo de los libros. El viernes será el día elegido para tomar prestado un libro, si alguien lo desea, y cada niño que se lleve un libro tendrá que devolverlo el viernes sucesivo. Creemos que dejar un libro sólo para el fin de semana, no sería suficiente para que los padres pudieran leerlo juntos a sus hijos y volver a leerlo durante la semana.

    El préstamo se realizará de esta forma:

    Cada libro tendrá en su primera página interior una cartulina con los datos del libro y un pequeño espacio con velcro, para colocar una foto tamaño carnet.
    En el rincón de la biblioteca, se colocará un tablón plastificado con los nombres de los niños y la foto de cada uno, fácilmente desplegable ya que estará pegada con velcro.

    Cuando un niño decide tomar prestado un libro, se despegará la cartulina del libro, se le pegará encima la foto del niño que ha pedido el préstamo y se pegará la cartulina con foto en el tablón. Esto indicará claramente, delante de toda la clase, el libro que se ha llevado cada niño. De esta forma, cada uno que tenga un libro en su casa, se responsabilizará de su devolución en el tiempo establecido ya que se verá en todo momento si sigue o no teniendo el libro. Una vez que lo devuelve, en el tablón vuelve sólo su foto sin estar pegada a la cartulina del libro que vuelve al libro.

    Además, cada niño tendrá su pasaporte de lectura. Los viernes, cuando devolverá el libro que ha tomado prestado la semana anterior, se le pondrá un sello o una carita feliz, para que él mismo se dé cuenta del buen lector que es. Cuando tenga, por ejemplo 10 sellos, podrá ser el protagonista - siempre si lo desea - de la dramatización teatral mensual.

    Siendo el viernes un día muy intenso debido a la devolución y préstamo de libros, la maestra tendrá siempre tres ayudantes que se encargarán respectivamente de sellar el pasaporte del compañero,  de colocar las cartulinas en el interior del libro devuelto y la foto en el tablón general, de colocar el libro de vuelto en su sitio. Harán la misma operación para los niños que se quieran llevar libros a casa.


    Este podría ser un ejemplo de pasaporte de lectura:

    Parte exterior:





    Parte interior:



    Ø  Dinamización y animación

      
    Organizaremos actividades conjuntas y programadas por la maestra alrededor de la biblioteca, por ejemplo:

    • Cada día, de lunes a jueves, se dedicarán unos 30 minutos a los cuentos, utilizando una de las estrategias que hemos aprendido en esta asignatura. Se trabajará la misma estrategia durante una semana. Lo mismo pasará si se programa la narración de un cuento con un libro, será una actividad que durará toda la semana. Alternaremos las distintas estrategias de creación con la lectura de diferentes tipos de cuentos.
    • Una vez por semana, los viernes, la maestra contará un cuento tradicional con la técnica del cuentacuentos.
    •  Una vez al mes se elegirá, de acuerdo con los temas tratados en el aula, la representación teatral o dramatización corta de un diálogo. 


    Aunque, también un buen momento de la lectura que podría ser antes de ir a dormir la siesta. Los niños necesitan relajarse en ese momento después de la comida, y es un momento muy propicio para que sean ellos mismos los que elijan un cuento para contar.
    A este momento le llamaremos “La hora mágica” en la cual, una vez por semana podrá participara un papa, mama o abuelo, que vendrá para contarles un cuento, centrado en la estrategia de esa semana.


    También tendremos una animación especial en la biblioteca, en la cual todo será muy mágico, y para ello tendremos al mago Merlín, que presidirá nuestra visita por la biblioteca en “La hora mágica”.



    Para la dinamización de nuestra biblioteca, usaremos un muñeco de mago, este se realizara a principio de curso por los propios alumnos de la clase. De esta  manera les atraerá más ya que será algo que han hecho ellos mismos. Una vez terminado el mago, se hará una gran fiesta en el que las maestras presentaran al mago Merlín a los niños de la clase. Este tendrá una historia muy bonita que contarles.

    Dicha historia comienza así:

    Hola pequeños, un día como hoy,
    En una país muy lejano
    Me encontraba yo con mi varita.
    De repente esta se volvió loca, loca
    Y comenzó a moverse por todos lados.
    Cuando hizo ¡¡¡¡¡¡chaaasss!!!!!
    Que susto me di, casi me caigo al suelo.
    Todo se llenó de humo,
    Humo por todos lados
    Y ¿sabéis que paso?
    Pues que la muy granuja
    Me dejó todos estos maravillosos cuentos.
    Si, si como lo escucháis,
    Me los dejó allí para leerlos.
    Pero, ¿sabéis que pasa?
    Que yo solo no puedo leerlos todos,
    No, no, son muchiiiiisimos.
    Por eso os tengo que pedir un favor, grande grande,
    ¡¡¡¡¡¡Así de grande!!!!!
    Me tenéis que leer todos los días uno,
    En esta maravillosa biblioteca.
    ¿Queréis hacerme ese favor?

    Pues hoy tenéis que empezar con el primero.


    Después de contar esta historia, y cuando terminen la comida comenzaran a contar el cuento, con el mago siempre presente para que escuche todas y cada una de las historias del cuento.


    Algunos ejemplos para Promover la Lectura serían:

    1. Acordar un tiempo para leer. Hacer un horario y que se respete, puede denominarse “La hora mágica”.
    2. Leer en familia. Involucran a los miembros de la familia para llevar a cabo esta actividad por lo menos una vez a la semana.
    3. Organizar la ronda del libro, es decir intercambian los textos de la biblioteca del aula que ya han sido leídos por los niños, con los de otra aula u otra escuela.
    4. Realizan juegos para facilitar y animar a la lectura de los textos.
    5. Una vez a la semana venga al aula un padre para contar un cuento a los alumnos.
    6. Participar en la prensa escolar y otras actividades culturales del centro.
    7. Producción de textos y libros personales sobre temas creativos.

    8. Hacer un dibujo sobre el personaje del cuento que se ha narrado. 


    Bibliografía