martes, 17 de marzo de 2015

Corrección Actividad 1: La vaca que puso un huevo

PRESENTACIÓN

Buscando un libro para esta asignatura de literatura infantil, me llamó poderosamente la atención este título tan singular: La vaca que puso un huevo.


Libro que al final he elegido para este análisis porque de inmediato me ha venido a la cabeza la imagen de las caritas que pondrían los niños al escuchar lo que les contaría, y me ha salido espontáneamente una sonrisa. Y efectivamente, al leerlo, me ha parecido una historia divertida, fresca, llena de humor y también de mensajes significativos.

Hoy voy a contar a los niñ@s que una vaca ha puesto un huevo. Seguro que alguno de ellos, empezará a reírse, otros a mirarme sorprendidos o incrédulos, otros me dirán que no es verdad que es imposible... pero sí niñ@s, os lo digo en serio: existe una vaca, Macarena, que ha puesto un huevo, uno de verdad... y ahora os lo voy a contar.

En esta granja divertida, viven unas gallinas muy simpáticas y las vacas no dan sólo leche, sino que saben hacer muchas cosas: montar en bici, andar con dos patas, hacer equilibrismo, etc. Todas las vacas hacen cosas increíbles, todas menos Macarena, que se siente un "animal vulgar" y ordinario ya que no sabe hacer nada especial. Por eso, siente que no vale para nada y está triste hasta que un día, su vida cambia radicalmente. Gracias a la ayuda de las ingeniosas gallinas, una mañana Maca se da cuenta de que ha puesto un huevo. ¡Ahora sí que es única en el mundo, no hay otra vaca que lo haya hecho antes! ¡Y que feliz está Maca, que contentas sus amigas las gallinas!

En la granja se monta un gran revuelo: el granjero llama a la prensa, llega la televisión junto con mucha gente para conocer a una vaca tan especial. Desafortunadamente no todos están de enhorabuena: las otras vacas son envidiosas y se empeñan en decir que todo es un engaño. Pero las gallinas defienden a Maca porque claro, si todo es una patraña habrá que demostrarlo: acusar sin tener pruebas no vale.

¿Se abrirá el huevo de Maca? Si pensáis que sí... ¿Qué salió del huevo? El final no tiene desperdicio, es sorprendente y sobre todo, deja que la imaginación no tenga límites.


FICHA BIBLIOGRÁFICA

Título Original: The cow that laid an egg

Título: La vaca que puso un huevo

Autor: Andy Cutbill, (nació cerca de Londres en 1972) es el creador de Albie, un galardonado programa de televisión británico de animación para niños. Ocasionalmente se dedica a escribir libros infantiles, con gran éxito. Más información: http://www.harpercollins.com/cr-109235/andy-cutbill.

Traducción: José Morán Ortí.

Ilustrador: Russell Ayto, (nació en Chichester, Sussex UK 1960). Es un ilustrador de libros infantiles, muy conocido y de gran talento, que ha ilustrado más de 25 libros para niños. Más información: http://unitedagents.co.uk/russell-ayto.

Fecha 1ª Edición en UK: 2006.

Editorial en UK: Harper Collins Pubblishers Ltd

Fecha 1ª Edición en España: 2008

Editorial en España: RBA Libros Barcelona

Edad para hacer el análisis: 5-6 años.


FORMATO

Aspecto externo:

La portada es lo primero en que se fijan los niños y, en el caso de "La vaca que puso un huevo", se trata de una portada con un color llamativo (un rosa-fucsia), brillante con un poco de purpurina. A la derecha está la imagen de la vaca con un aspecto muy tierno, mientras contempla su huevo que en realidad no está dibujado, sino que es un agujero con la forma de huevo y con los colores de una vaca. Así que al levantar la portada, a los niños seguramente les encantará meter sus deditos en el "agujero-huevo". Creo que es una portada bien realizada y atractiva para los niños de las edades que estamos considerando.


Por otro lado, los niñ@s tienen que sentirse cómodos a la hora de tener el libro en sus manitas, y considero que la manejabilidad de este libro es bastante buena: su tamaño es mediano (22cm) prácticamente un cuadrado, una forma que ayuda los niños a cogerlo fácilmente y a poder visualizarlo bien, distribuyendo su visión en toda la página en conjunto. Es un libro bastante ligero para que los niños de 5-6 años lo puedan transportar de un lugar a otro o lo puedan sujetar sin mayor dificultad.

La portada es gruesa, bastante dura y plastificada, elementos que favorecen la resistencia y la protección del contenido. Hay que decir que las esquinas de la portada son un poco duras ya que acaban en pico y este aspecto podría causar algún pequeño accidente entre los niños. Las páginas en el interior tienen un grosor adecuado, están reforzadas y con los cuidados habituales no deberían romperse con facilidad.

Ilustraciones:

Para todos los niños de estas edades las ilustraciones en un cuento son imprescindibles, ya que a través de ellas se consigue transmitir al niño que las observa ideas, recuerdos o emociones, es decir, que se establece una comunicación entre ellos y lo que están observando. Las imágenes, por si solas, sin necesidad de estar acompañadas por palabras, pueden dejar una huella muy profunda en los pequeños "lectores".

En este caso, las ilustraciones son artísticas, los niños saben reconocer perfectamente lo que está representado pero, al mismo tiempo, son imágenes que consiguen fomentar la diversión, la imaginación y la creatividad de los niños. Se trata de ilustraciones divertidas, sugerentes, originales, expresivas, que además tienen un buen tamaño así que resulta sencillo entender lo que está pasando en el cuento.

La imagen completa se desarrolla en dos páginas así que se puede apreciar mejor la secuencia de los hechos. A veces se juega con diversas escenas en el mismo plano y esto lleva a una diversificación de la mirada, otorgando a la escena dinamismo y, al mismo tiempo, los niños pueden comentar las diferentes acciones de los personajes involucrados. 


Los colores empleados son muy alegres, en cada dos páginas hay un color dominante de fondo, y por lo general son tonos claros, aunque se utiliza también el negro en una escena: cuando se trata de representar la noche y las gallinas que están elaborando su plan para ayudar a Maca. El negro es el color de la noche pero también del misterio, del secreto...

Las ilustraciones están hechas con trazos sencillos, característica que facilita la atención de los niños y que les ayuda a identificarse con los dibujos representados.

En las escenas más importantes los personajes principales están representados con gestos o posturas muy exagerados: bocas muy grandes por la sorpresa inesperada o sonrisas exageradamente pronunciadas para demostrar la felicidad del momento. De esta forma resultan perceptibles los estados de ánimo o las emociones que están viviendo los protagonistas del libro y esto hace que los niños los puedan sentir más cercanos.


Sin duda, existe coherencia entre las ilustraciones y el texto: las imágenes reflejan todo lo que el autor relata en el texto. Se trata de un texto breve, ajustado perfectamente a lo que se quiere expresar con las ilustraciones, por lo que los niños podrán ir siguiendo poco a poco la narración del adulto conjuntamente al texto.

Tipografía:

Quien pública un libro de literatura infantil tiene que tener en cuenta que sus oyentes, se iniciarán muy pronto a la lectura, y que para ello necesitan contar con una letra adecuada a sus características que le facilite la legibilidad.

En este libro, desde mi punto de vista el tamaño es correcto, y en las frases clave es ampliado y evidenciado en negrita para otorgar mayor importancia a lo que se expresa en aquel momento. Entre las líneas hay un espacio más que suficiente, así como entre las palabras y los caracteres, y cada letra está separada y los niños podrán identificarlas sin dificultad, para posteriormente intentar juntarlas. La fuente utilizada es sencilla, clara, no recargada.


CONTENIDO

Tema:

Este cuento me ha impresionado por su forma de tratar, mediante la sonrisa y el humor provocado por situaciones un tanto disparatadas, varios temas de gran profundidad e importancia para la etapa evolutiva de 5 a 6 años.

Por la parte que afecta a la interiorización del yo, destacaría:

La autoestima: en el segundo ciclo de educación infantil y primeros de primaria los niños están todavía descubriéndose como personas autónomas, con sus propias características, fortalezas y también debilidades. El niño está construyendo una imagen de sí mismo, que debe ajustarse a la realidad, pero que tiene que ser positiva para el buen desarrollo de su personalidad. Estas edades son fundamentales para que los niños se valoren positivamente y se sientan satisfechos con ellos mismos, su forma de ser y sus habilidades.

La vaca Macarena tiene la autoestima muy baja, ella misma afirma: "no valgo ni un comino".



La autoafirmación: aunque la primera etapa del proceso de autoafirmación corresponde a la de los 2-3 años (cuando lo niños dicen NO con frecuencia, tienen muchas rabietas, buscan constantemente la independencia etc.), en la etapa posterior el niño debería empezar a ser más decidido y claro a la hora de respetar sus propios deseos, necesidades sin depender de la opinión de los demás. La autoafirmación es también coraje para mantener sus propias convicciones.

La pobre Macarena es atacada por las otras vacas envidiosas: "¡Qué patraña, qué mentira ese huevo es de gallina!". Ella siente pena, pero no es capaz de enfrentarse al resto para defender algo en lo que cree firmemente.

La inteligencia emocional: es muy importante que los niños, desde la etapa de educación infantil que estamos considerando, aprendan a identificar sus sentimientos, sus estados de ánimo y que, poco a poco, sepan expresarlos a los demás siempre en el recíproco respeto.

Al principio Macarena sufre en silencio, cuando consigue ser feliz hay quien pone en duda su estado de ánimo, y vuelve a pasarlo mal sin saber comunicar lo que siente.

Por la parte que afecta el desarrollo de las relaciones sociales, destacaría:

- La solidaridad y el ayudarse mutuamente: son valores que hay que fomentar desde muy pequeños para que los niños sepan reconocer y tomar conciencia de las necesidades ajenas y sientan el deseo de ayudar para satisfacerlas. Aunque a estas edades, los niños siguen siendo bastante egoístas y egocéntricos, es cierto que buscan el contacto con otros niños y se dan cuenta de si un compañero está triste. En cuyo caso se acercan, le preguntan por qué llora y así demuestran interés por su condición, su malestar, intentando con sus medios hacer algo para que se sienta mejor, por ejemplo, diciéndole algo cariñoso, ofreciéndole sus juguetes, etc. En clase es una actitud que se puede fomentar a diario, haciendo ver a los niños que nos interesamos por ellos, por cómo se sienten y, en el caso que algo les apene, podemos encontrar una solución todos juntos.

Las gallinas nos brindan un gran ejemplo de comportamiento solidario: se preocupan por su malestar y buscan una solución para hacerla feliz. Ayudan a Macarena, apoyándola, defendiéndola y creyendo en ella.


Me ha parecido curioso también que quien ayude a Macarena no sean las "hermanas" vacas, que son como ella, sino que quien se pone del lado de Macarena sean gallinas, de una especie distinta a la suya. También este punto del cuento nos enseña que no siempre tenemos que buscar solidaridad en personas parecidas a nosotros, sino que también personas distintas a nosotros nos pueden brindar ayuda. Así como los niños deberían ir interiorizando el ser empáticos con los demás, independientemente de las diferencias en la apariencia. La solidaridad no tiene ni forma ni color establecido.


La discriminación: para combatir la desigualdad hay que eliminar todo tipo de estereotipos y prejuicios y basar la práctica educativa, desde las edades más tempranas, en relaciones que potencien el respeto y la apreciación de la diversidad.

Macarena es diferente antes, porque no sabe hacer malabarismos como las demás vacas, y después porque es la única vaca del mundo que, supuestamente ha puesto un huevo. Y diferente será también su pollito, el único que "hablará" el idioma de su mamá, una vaca. Todo el cuento nos recuerda el tema de la diversidad como algo especial que hay que aprender a valorar y no a discriminar.

Si tuviera que elegir el tema principal de este libro, escogería sin duda la amistad, un tema cercano a los niños y también el de la autoestima porque nos enseña que todos somos especiales a nuestra manera. Este cuento podría ayudar mucho a un niño tímido, introvertido o que no confía en sí mismo, sobre todo si sus compañeros lo llegan a comprender y son ellos mismos a ayudarlo a descubrir sus potencialidades.

Estructura:

Es lineal y fácilmente comprensible para los niños de estas edades. Se pueden identificar las partes del cuento, según esta estructura:

1. La parte inicial: Macarena está triste, tiene baja autoestima y las gallinas le "regalan" un huevo haciéndole creer a todos que ha sido Macarena que ha puesto un huevo.

2. La parte central: Macarena está muy contenta por sentirse tan especial y emocionada por tener un huevo suyo, pero las otras vacas la acusan de mentirosa.

3. El desenlace o final: Macarena se empeña en empollar su huevo, confiando en que allí dentro estará su retoño y al final nace un pollito que, por sorpresa para todos no hace "pío pío", sino "muuu" como su mamá, ¡puede mugir!

Los personajes:

Los personajes principales del cuento son animales, vacas y gallinas, que los niños reconocen perfectamente. En mi opinión, los niños se pueden identificar con ellos porque, a lo largo del cuento, consiguen transmitir unos sentimientos que no son desconocidos para los peques, todo lo contrario, muchas veces los han sentido ellos mismos.

Algún niño podría sentirse identificado con la protagonista, Macarena, por haberse sentido alguna vez inseguro, incapaz de hacer algo, distinto de la mayoría de sus compañeros por distintas razones o incluso por no ser creído cuando él estaba convencido de que algo fuera verdad.

Muchos niños se sentirán identificados con las gallinas, personajes secundarios, pero de gran importancia para el desarrollo de la historia: por su valentía, su simpatía y gran corazón a la hora de ayudar a una amiga.

También las otras vacas son personajes secundarios, pero creo sinceramente que ningún niño se sentiría identificado con ellas, al ser representadas como envidiosas y antipáticas.

Valores y contravalores:

Lo primero que encontramos en el cuento es la baja autoestima de Macarena, que se siente inútil, sin valor por no saber hacer las mismas cosas que hacen las demás. Afortunadamente entra en juego el valor de la amistad: las gallinas son buenas amigas que diseñan un plan para que Macarena empiece a creer y a confiar en ella misma y lo consigue con gran éxito. Gracias a la amistad, Macarena es feliz, se siente valiosa y querida y son estos otros gran valores al que todos, grandes y pequeños, aspiramos.

Por otro lado, la envidia de las vacas lo estropea todo. Es este un sentimiento que los niños han experimentado, sin saber llamarlo con su nombre: envidia hacia un compañero que tiene algo que ellos quieren, envidia hacia las atenciones de un adulto no dirigidas a ellos, etc. Es un contravalor porque transforma lo positivo de lo demás en negativo y deja en un individuo una sensación de insatisfacción o amargura.

Finalmente, con tenacidad y fuerza de voluntad (Macarena empolla y cuida su huevo días tras día), sin perder la esperanza llegamos al final positivo: Macarena no mentía y la prueba está en su hijita: un pollito que hace “muuu” - según Macarena una vaca - y que se llamará Turuleta.


Lenguaje:

Por lo general, el lenguaje empleado es sencillo y adecuado para la edad de los oyentes aunque los niños seguramente desconozcan el significado de algunas palabras, como por ejemplo: comino, vulgar, atónito, treta, patraña, autoestima... pero desde el contexto se les puede ir explicando y ampliando así sus conocimientos lingüísticos.

También las estructuras morfosintácticas son sencillas con frases cortas y directas que no crean confusión a la hora de ser comprendidas. Me gustaría destacar que algunas de las frases terminan con rimas, y este aspecto hace que la lectura sea más divertida, amena, con un toque de musicalidad. 

Además las rimas estimulan mucho la memoria de los niños, les ayuda a aprender nuevo vocabulario y a ellos le gustan mucho, incluso es común que intenten inventarse rimas ellos mismos.

El autor ha cuidado sin duda el estilo en la versión original y el traductor ha sido hábil a la hora de adaptarlo al idioma español.


CONCLUSIÓN

Tal y como refleja mi análisis, resulta más que evidente que utilizaré este libro en el aula porque me ha parecido divertido, te hace sonreír por los acontecimientos tan curiosos que pasan en esta original granja. Al mismo tiempo se trata de una historia dulce y preciosa sobre cómo conseguir el valor para mantener las propias convicciones.

La lectura de este cuento sugiere el planteamiento de debates más o menos profundos con el alumnado, según el enfoque que se le quiera dar. Se pueden plantear preguntas al alumnado según la edad: ¿Por qué Macarena está triste?, ¿quiénes son sus amigas y qué hacen para ayudarla?, ¿os parece que las otras vacas se comportan bien? y hacerles reflexionar sobre situaciones que hayan podido pasar en clase, sobre la inseguridad que se haya observado en algún alumno, por ejemplo.

Es también un cuento que se podría representar, como una pequeña obra de teatro, intercambiando los papeles. Para los más pequeños se podrían realizar unos títeres y dejar que los niños den rienda suelta a su imaginación. 

He encontrado un vídeo en el cual dos profesores, con motivo de estimulación a la lectura, cuentan el cuento a niños "mayores" de primaria, de una forma muy divertida tanto que los oyentes se ríen a carcajadas. Este es el link para ver el vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=nVO2_fvu6-4

La vaca que puso un huevo es un gran libro de literatura infantil ya que nos "enseña" que todo puede ser posible.

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