sábado, 16 de mayo de 2015

Actividad 4: Creación literaria


1. CREACIÓN EN PROSA


Para crear el texto en prosa he utilizado la estrategia del binomio fantástico ideado por Gianni Rodari en su Gramática de la Fantasía. Me he inventado el binomio con estas dos palabras: manzano y chanclas. He pensado en un texto para niños de 3º de Educación infantil, de 5-6 años, para que los niños puedan seguir sin dificultad el hilo del cuento, entender su contenido, y sacar sus propias opiniones sobre los acontecimientos.

He tenido en cuenta que el argumento del cuento fuese cercano a los niños, con elementos que ellos conocen ya que pertenece a la vida cotidiana. El personaje principal es un chico de 7 años, con el cual los niños se pueden identificar perfectamente ya que tienen más o menos la misma edad y sobre todo, porque el niño del cuento se comporta como suele comportarse en general los niños: es un poco desobediente, le gusta jugar más que ayudar a los adultos, se lleva algún castigo, se enfada con sus padres etc.

Existe un elemento de sorpresa o de magia, del todo inexplicable, que deja abierta la puerta de la imaginación de los niños. He empleado un vocabulario sencillo, adecuado a la edad de los oyentes y las oraciones son bastante simples.

Creo que este texto se podría prestar también a ser convertido en un libro con ilustraciones que reflejarían muy bien la secuenciación de los hechos.


BINOMIO FANTÁSTICO: MANZANO Y CHANCLAS

El Manzano y las chanclas

Érase una vez, un granjero que se llamaba Pedro. En la granja de Pedro había muchos animalitos y también crecían muchos tipos de hortalizas, verduras y árboles que daban frutos muy ricos y sabrosos. Pedro el granjero cuidaba muy bien de sus animales y trataba con cariño sus plantas para que salieran muchos frutos y así luego poder venderlos en el mercado. Sobre todo estaba muy orgulloso de sus manzanos porque cada año daban unas manzanas deliciosas, verdes, rojas y amarillas, que estaban tan buenas que todos los vecinos querían comprarlas. Pedro tenía mucho trabajo en la granja, menos mal que, de vez en cuando, su hijito Pedrito le echaba una mano.

Pedrito tenía 7 años y le gustaba ayudar a su papá en lo que podía pero claro, era un niño y le encantaba jugar, subirse a los árboles, gastar bromas, esconder cosas, descubrir cosas nuevas y hacer alguna pequeña travesura... muchas veces corría por allí y por allá con su perrito Uau y se olvidaba que tenía que dar de comer a los animales o ayudar a su papá en otras tareas.

Un día se fue un poquito más lejos con Uau, se pusieron a chapotear en un pequeño riachuelo y se olvidó por completo que tenía que recoger las manzanas rojas del manzano grande. Cuando ya era casi la hora de cenar Pedrito y Uau volvieron a casa, alegres y mojados, hambrientos por haber estado toda la tarde jugando. Cuando llegaron, la mamá de Pedrito había preparado una cena deliciosa y la mesa estaba ya puesta. En aquel momento llegó también el papá de Pedrito, el granjero Pedro, que estaba cansadísimo por haber estado toda la tarde trabajando en los campos.

Al ver a Pedrito, se enfadó mucho, mucho, mucho, le regañó por haber estado todo el día fuera sin decir dónde y sin ayudar ni un poquito. Llegó incluso a gritar, cosa que no hacía casi nunca, y castigó a Pedrito a no jugar durante tres 3 días y, para colmo le mandó a dormir sin cenar. Y el padre añadió: "y antes de irte a la cama tráeme mis chanclas ¡que tengo los pies destrozados, de tanto trabajo!"

El granjero Pedro, todos los días nada más llegar a casa se quitaba sus botas de trabajo y se ponía sus chanclas favoritas para sentirse más cómodo y, como decía él, para dejar respirar a los pies que estaban todo el día encerrados en las botas. Eran unas chanclas rojas, muy originales, nadie las tenía así en el pueblo. Se las había regalado un amigo de la infancia que ahora trabajaba de granjero en Brasil. Su amigo mandó las chanclas por correo con una nota, diciendo que allí en Brasil se llamaban hawaianas y que se las ponía todo el mundo, incluso para trabajar.

A Pedro le encantaban sus chanclas de Brasil y siempre decía que algún día irían todos allí a cultivar manzanos y a ponerse las hawaianas a todas horas.

Pedrito, después de la charla que le dio su padre, del castigo tan grande y tan injusto, sobre todo lo de quitarle la cena, le parecía fatal... se enfadó muchísimo, le trajo las chanclas a su papá y se fue a la cama llorando. Pero no podía dormir por el enfado y también porque le sonaban las tripas del hambre. Entonces pensó que su papá se merecía que le hiciera algo feo y decidió que lo peor que podía hacerle era esconderle sus chanclas. Mientras sus padres dormían, sin hacer ningún ruido, cogió las chanclas de colorines y salió corriendo al campo. Subió al árbol de manzano que daba las manzanas rojas, se comió dos manzanas y en su lugar ató las chanclas de su padre. 
Antes de irse dijo: "¡ojalá de este manzano no salieran más manzanas! Ojalá."

Volvió a casa y se quedó dormido.
El día siguiente lo despertaron los gritos de Pedro el granjero, que llamaba a mamá y a Pedrito para que fueran a ver el manzano porque algo le estaba pasando: en sus ramas no había manzanas rojas sino un montón de chanclas de colorines.

Pedrito no podía creer a sus ojos pero era así, de verdad. ¡En lugar de manzanas ahora del manzano salían chanclas! Todos estaban muy sorprendidos, vinieron a ver lo que pasaba todos los vecinos del pueblo y también gente de muy lejos... y el manzano de las chanclas se hizo famoso. Pedro no se atrevió a contar lo que había pasado aquella noche y lo que había dicho subido al manzano mientras escondía las chanclas de su papá... pero estaba contento porque él había hecho que pasara algo mágico. Se sentía súper especial. Además su padre estaba tan emocionado que se le habían olvidado los castigos de Pedrito.

¿Qué hicieron con tantas chanclas? Pues eran tan bonitas, cada par distinta de los otros, que empezaron a venderlas, total, del manzano seguían saliendo muchas. Las llamaron las MANZACHANCLAS, se vendieron por todo el mundo. Pedrito y su familia se hicieron ricos y por fin pudieron realizar el sueño del granjero Pedro, irse a Brasil de vacaciones. Allí no plantaron manzanos pero se pusieron las "MANZACHANCLAS" todo el día porque eran mucho más bonitas que las hawaianas...

...y colorín colorado este cuento se ha acabado y espero que os haya gustado.


2. CREACIÓN DRAMÁTICA


A la hora de idear el argumento para realizar la dramatización, me he decantado por la estrategia "Hipótesis absurda" de Gianni Rodari. El texto está pensado para niños de 2º de Educación Infantil, de 4- 5 años. 
El argumento está relacionado con un tema muy cercano a los niños de esta edad ya que tiene que ver con la hora de acostarse y un momento un poco delicado para muchos niños, porque a esa hora surgen los miedos y el deseo de no quedarse solos. Pero existen distintas formas con las que los niños pueden enfrentarse a estas inseguridades, basta con utilizar la fantasía y la imaginación.

Los personajes del cuento son pocos, dicen frases cortitas que podrían incluso ser en parte improvisadas por los niños una vez que tengan claro el desarrollo de la historia. Este diálogo teatral se presta para ser interpretado por pequeños grupos de niños, que podrían turnarse. El único papel un poco más largo es el del narrador, que podría ser interpretado por la maestra.

Al final de la dramatización los niños pueden contestar libremente a la hipótesis absurda planteada, inventándose respuestas o dando incluso pie a la creación de otro texto para ser re-interpretado.


LA HIPÓTESIS ABSURDA: ¿QUE PASARÍA SI LA PLUMA DE LA ALMOHADA DE CARLOTA HABLARA?

Plumita, la pluma que habla

PERSONAJES: Narrador, Carlota, la mamá de Carlota, Plumita, el grupo de plumas, la almohada, el papá de Carlota.

Narrador: Esta es la historia de Plumita, una pluma blanca y muy suave, que aburrida de estar pegada al pecho del pato Arturo, un día decidió despegarse de él y empezar a vivir nuevas aventuras. Vuela por aquí y vuela por allí hasta que un día llegó a una casa que tenía la ventana abierta, y se posó sobre una almohada. Decidió quedarse allí, porque se estaba muy bien, había muchas otras plumas con las que hablar. Ya cuando era casi de noche, una niñita, acompañada por su madre se metió en la cama.
Carlota: "Mami, no te vayas, quédate conmigo."
Madre: "Carlota, me quedaré un ratito, pero solo un ratito."
Carlota: "Es que tengo miedo si te vas."
Madre: "¿De qué tienes miedo, cariño?"
Carlota: "De muchas cosas... todas feas... tan feas que no quiero decírtelas... porque me dan mucho miedo."
Madre: "Vale, no me las digas pero que sepas que aquí no hay que temer a nada o a nadie. Piensa en algo bonito y divertido, ya verás cómo te vas a dormir rápido y tendrás sueños muy bonitos. Buenas noches."
Narrador: Su mamá se fue, y Carlota no podía dormir, aunque tuviera la luz encendida, porque tenía miedo a quedarse sola. Y luego una voz suave al lado de la oreja de Carlota habló:
Plumita: "Hola niña, ¿te importaría dormirte ya de una vez?"
Carlota: "¿Quién habla?
Plumita: "Tranquila, no te asustes. Soy Plumita, una de las plumas de tu almohada. ¿Me ves?"
Carlota: "Oh sí te veo... yo no sabía que las plumas supieran hablar"
Plumita: "Bueno, si... hablamos de vez en cuando... hoy me apetecía hablar contigo y conocerte".
Carlota: "Me llamo Carlota y tengo 4 años y no me gusta quedarme sola a la hora de dormir".
Plumita: "Yo soy Plumita, no sé cuántos años tengo y no estás sola porque dentro de tu almohada hay muchas plumas como yo."
(Y van saliendo plumas de la almohada que saludan a Carlota)
Carlota:"Pero qué monas sois y que pequeñitas, y suaves y blanditas..."
Almohada: "Pero bueno, plumas, si empezáis a salir todas me quedo sin relleno y la niña no va a dormir bien.
Carlota: "Déjalas un rato, que las quiero ver."
Almohada: "Vale, pero luego todas para dentro que hay que dormir a la niña".
Plumita: "Amigas, tengo una idea. ¿Por qué no hacemos muchas cosquillas a Carlota?
Todas: "¡Sí, siiii!"
Carlota: "hahahahahahahaha parad parad hahahaha" (Riéndose a carcajadas)
(Entra en la habitación el papá de Carlota y las plumas corren rápidas a esconderse dentro de la almohada).
Papá: "Carlota, ¿todavía no te has dormido? ¿Qué te pasa, que te estamos oyendo reír?"
Carlota: "Nada, nada, papi, es que estaba pensando en algo alegre, como me dijo mamá, ahora me duermo. Buenas Noches."
Padre:"Buenas noches".
Carlota: "¡Plumita sal, sal, hazme más cosquillas, por fa!"
Plumita: "Carlota, te tienes que dormir porque nosotras estamos esperando para ver lo que vas a soñar... las otras plumas me han dicho que tus sueños son maravillosos".
Carlota: Sí, muchas veces tengo sueños bonitos, sueño montañas de mazapán, casitas hechas de helados que voy lamiendo poco a poco, parques de bolas grandes como el mar, a veces consigo volar en mis sueños o atrapo un unicornio y vuelo con él…
Plumita: "¡Oh, yo quiero verlo!"
Carlota: ¿podéis ver todo lo que sueño?
Almohada: "Claro, pequeña. Y te diré que es mejor que ver la tele o ir al cine".
Carlota: "Pues entonces esta noche voy a soñar cosas mucho mejores y más divertidas. Pero Plumita, ¿Me acaricias un poco la barriga?"
Plumita: Sí, ahora mismo voy.
Narrador: Plumita acarició un poco la barriguita de Carlota, que se quedó dormida enseguida. Aquella noche soñó que se iba al parque de atracciones con la almohada, todas las plumas y Plumita. A partir de entonces Carlota no tuvo miedo nunca más porque sabía que estaban Plumita y las otras plumas esperando para ver sus sueños. Plumita estaba muy feliz porque había encontrado un sitio maravilloso donde vivir sin aburrirse, siempre en medio a los sueños.


3. CREACIÓN EN VERSO


Para la creación del texto en verso me he decantado por la estrategia del encadenamiento, porque me ha parecido una fórmula sencilla de trabajar en casa también con los más pequeños pero, al mismo tiempo, da mucho espacio a la imaginación y al juego con palabras.

En mi caso, este texto sería más indicado para los pequeños de 1º de educación infantil, de 3-4 años. He intentado buscar palabras asociadas con la naturaleza que los niños conocen muy bien y al final, he querido que el encadenamiento volviera de forma circular al principio para concluir con un contraste que llama un poco la atención: la amistad entre una mariquita y el dragón.

He elegido este texto para realizar el libro porque me imaginé enseguida las posibles ilustraciones, a las cuales podrían contribuir también los niños más pequeños haciendo fáciles manualidades para incorporarlas al libro.

Para la realización del libro he utilizado goma eva, un material muy blando y a la vez resistente que también los niños más pequeños pueden manipular sin dificultad. Las dimensiones son adecuadas para la edad de los niños. En cada página he puesto en letra grande y bien visible un verso con la imagen correspondiente. He buscado imágenes que llamarán la atención a los niños.

Espero que os guste.

LA MARIQUITA Y EL DRAGÓN

Había una vez una minúscula mariquita que descansaba en una flor.
La flor estaba en un campo cerca de una casita.
En la casita vivía un cazador.
El cazador se fue a cazar un enorme dragón.
El enorme dragón era bueno y escupía nubes de colores.
Las nubes de colores se las llevó el viento.
El viento sopló fuerte e hizo caer la lluvia.
La lluvia despertó al arcoíris.
El arcoíris era como un tobogán.
Del tobogán se deslizó el enorme dragón y aterrizó cerca de la minúscula mariquita.
La minúscula mariquita vio al enorme dragón, se gustaron y se hicieron amigos para siempre.



















9 comentarios:

  1. Elisa, pienso que has realizado un trabajo maravilloso!
    En tus creaciones has demostrado imaginación, eligiendo a la perfección las estrategias y desarrollándolas con mucho sentido, muy ajustadas a las edades que indicas.
    En cuanto a la transformación física de tu creación en verso...., creo que la has realizado de forma muy acertada también: los materiales, colores, ilustraciones, convierten tu libro en manejable y atrayente a partes iguales, por lo que los niños/as disfrutarían mucho con él.
    Enhorabuena!

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  2. Elisa, me ha encantado lo que has hecho, te ha quedado todo genial y muy trabajado. Sobre todo el cuento que has realizado me ha dejado sin palabras, me encanta los tonos de los colores que has elegido, y como has desarrollado la historia. Es un trabajo que a los niños les encantara.

    Enhorabuena!!!!

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  3. Hola Elisa!

    Todavía no había entrado en tu blog y me ha encantado! coincido con mis compañeras en el trabajo tan maravilloso que has hecho!

    La creación en prosa, me ha parecido súper original y fantasiosa, en el que los niños se pueden identificar a la perfección por sus travesuras, y ya con lo último de las manzachanclas acabaras de sorprenderles, que imaginación!! en cuanto a la creación dramática, me ha devuelto a mi infancia totalmente, sobre todo cuando mi madre me decía que pensara en algo bonito y divertido para dormirme más rápido y funcionaba jeje... me ha divertido mucho y estoy segura de que todos los niños querrán una plumita en sus noches. Y por último pienso que has creado un libro muy bonito, bien trabajado, lleno de colores e imágenes tan divertidas y llamativas que hará que los niños empiecen a despertar su imaginación.

    Buen trabajo!!

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  4. Qué te voy a decir! Me ha encantado tu entrada, has tenido muy buena imaginación para la creación de las diferentes estrategias que has utilizado.
    Está perfecto!

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  5. ¡Muchísimas gracias por vuestros comentarios tan positivos!

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